lunes, 21 de mayo de 2012

¿A QUIEN BENEFICIA ?



 La globalización ayuda a que parte del mundo en desarrollo crezca, pero deja asientos de millones, incluso miles de millones, atrás, incluyendo a muchas de las personas más pobres del mundo. Volverse parte de los sistemas globales de producción de las compañías multinacionales es la forma en la que los países pobres logran el crecimiento más rápido. Estas empresas crean trabajos en países con salarios bajos, ya sea a través de inversiones directas o encontrando proveedores en esos países que fabriquen los productos de acuerdo a sus especificaciones y luego los exporten a los mercados mundiales, con frecuencia de vuelta al país de origen de la firma multinacional. Este proceso de producción ayuda a los países ricos al permitirles tener productos de bajo costo y a los países pobres al generar trabajos, experiencia con tecnologías avanzadas e inversión. Eventualmente, un país pobre puede “graduarse" y pasar de ser un mero proveedor de componentes a ser un innovador. Korea, Taiwán, Israel e Irlanda empezaron una industrialización rápida hace una generación, produciendo productos estándar para empresas

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